"Y Dios en el primer día apagó el sol y dijo -Hágase la luz- y amanecieron las farolas.
En el segundo día fabricó un inmenso contenedor con sucios mares y estériles llanuras, montañas de escombros y atmósferas de humos y hedores. Y pensó –Esto es bueno-.
En el tercer día eyaculó las profundas cloacas, las inmundas ciudades, los interminables y continuos surcos y venas de asfalto. Y pensó –Esto es bueno-.
Y Dios dorado entre su trono radioactivo escupió desalmados mercenarios metálicos, vomitó sintéticos comerciantes, sacerdotes de cuerpos y odio, y les dijo creced y multiplicaos. Esto fue al cuarto día. Y pensó –Esto es bueno-.
En el quinto día coaccionó a su cohorte de sicarios las técnicas del horror industrial y la represión activa. Y pensó –Esto es bueno-.
Y Dios levitando entre polvo defecó y con sus propias manos moldeó las heces y creó al hombre y a la mujer, y les dijo –Superpoblad y hacinaos- y lo hicieron. Y pensó que esto era lo peor de su producción. Era el sexto día.
En el séptimo día, cansado de su juguete se emborrachó. Y cerró la tapadera."
- Svetlano
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