domingo, 20 de mayo de 2012

Zdzislaw Beksinski: El retratista del delirio

Muchos son los artistas de toda índole y época que han retratado el horror, combinándolo con una visión estética y escultural; desde el barroquismo de Caravaggio hasta la última y oscura época de Goya, desde las escenas surrealistas de Munch hasta la inverosimilitud del mexicano Fernando Garrido. Pero entre tan dilatado lapso de tiempo, un joven arquitecto polaco hastiado de su trabajo en la construcción, empezaba a fabricar esculturas de alambres y comenzaba a experimentar fotografía con títeres mutilados, juntando así los dos conceptos más importantes de su futura obra pictórica: Lo estético y lo estrambótico. Se empezaba a forjar la visión artística de Zdzisław Beksiński.
Comenzados los años 60, concibió lo que fueron sus primeros lienzos, que apenas serían valorados hasta algunos años después y que causaron (quizás) demasiado impacto a una sociedad occidental no acostumbrada a tanto nivel de obsesividad perfeccionista en escenas tan apocalípticas y sombrías:

Dejándonos guiar por las primeras impresiones, podríamos deducir del autor que se trataba de el típico prototipo de genio atormentado y misántropo… y estaríamos completamente equivocados. Según su socio Piotr Dmochowski, Beksinski era una persona respetable y con un gran sentido del humor, aunque algo retraído hasta el punto de no acudir a sus propias exposiciones.

Entretanto, con el paso de los años, la popularidad de Beksinski como máximo estandarte del arte abstracto (O Realismo Fantástico, como el le llamaba) cobraba fuerza tanto en su propio país, como en EE. UU. , Europa y Japón.

A lo que la crítica solía llamar escenas inquietantes o arte apocalíptico, Beksinski lo llamaba optimismo e incluso humor, ya que consideraba que muchas de sus obras eran mal entendidas tanto por público como por crítica. Empezaba a experimentar con sus conocimientos de arquitectura, aplicándolos directamente al lienzo:



Durante los años 80 y mediados de los 90, Beksinski alcanzó el punto culminante en cuanto a popularidad y ritmo de trabajo, realizando obras con más profundidad y empezando a aplicar sus conocimientos de retoque fotográfico (Como apasionado fotógrafo que era) al lienzo. Quizás durante estos años, Beksinski, un artista sin formación artística de ninguna clase empezó a concebir sus obras de mayor fama:

Zdzislaw Beksinski, el hombre que jamás puso un solo título a sus pinturas, el hombre que quemaba sus cuadros en el patio de su casa cuando consideraba que eran demasiado personales y el mismo hombre que pintaba con música porque aborrecía el silencio, fallecía el 21 de Febrero de 2005 con 17 puñaladas en su cuerpo, a raíz de un préstamo económico que él se negó a dar. Zdzislaw, que en los últimos años de su vida tuvo que soportar la tragedia de la muerte de su mujer y el suicidio de su hijo, otorgaba un legado artístico imborrable que no deja indiferente a nadie y que sin duda, irá cobrando fuerza y seguidores en el futuro.


- Vídeo del interior del Museo Beksinski en Częstochowa:


- Página oficial de Beksinski, donde se puede pujar por algunas de sus obras:

 http://www.beksinski.pl/

- A.S.

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